Ich Liebe dich Lola!

Mientras la lluvia moja mi pelo, camino perdida en algún lugar de mi alma, camino por calles casi vacías, en mis oídos canta la Dietrich, canta como el cisne negro que fue, ese cisne de voz decadente acompaña mis pasos, llena mi espacio, no hay nadie mas, nada mas...

Los lugares que recorro a diario no parecen ser los mismos, las palabras recargadas de alcohol de la Dietrich me abrazan, me acarician los sentidos, el aroma de las violetas de su solapa invade mi aire, estoy en Berlín, camino vestida de seda y ella canta en mi oído, me abraza y reímos juntas de los demás, canta y por 3 minutos me da su encanto, por 3 minutos yo soy la Dietrich... la veo a mi lado, sosteniendo su boquilla, Ich Liebe dich Lola! que le voy a hacer...

Se que acabara este momento, que la Dietrich volverá a callar, que la calle volverá a ser sucia, con aquellas mismas baldosas, pero que mas da, voy con la Dietrich, aunque nadie pueda verla, me toma por los hombros y cantamos juntas "Falling in love again", mientras fuma y se burla de las mujeres sin garbo, esa es la picara Lola, la misma del liguero y sombrero, la que hechiza a todos con aquel dramático y gélido encanto.

Canta con ese inglés encantadoramente mal pronunciado, busca vitrinas en las que admirarse, y rió de su descaro, arregla el rubio cabello con esos dedos largos y pálidos, pienso en sacar mi cámara , pero desisto, si tan solo se pudiera fotografiar un sueño...

La habría fotografiado recitando a Goethe, quizás solo ahí podría haber capturado su corazón, libre de esa satinada vanidad, pero, sin esa vanidad, ni habría Dietrich, ni mito, no habría bordados con perlas ni plumas en los sombreros, ¿ Que quedaría en esencia de ella ? quizás solo un bello maniquí de ojos fríos, simplemente Maria Magdalene Dietrich Felsing.

Pues yo prefiero al mito, y se que ella también...